Tensas horas se viven en Bolivia ante la decisión unilateral del Tribunal Supremo Electoral de prorrogar la fecha de las elecciones cerrando filas con la derecha boliviana, que al saberse perdedora trata de quedarse mas tiempo en el poder al cual llegó sin el voto de la mayoría.
Inicialmente las elecciones eran el 3 de mayo, pero debido a la pandemia y consensuada con todas las fuerzas políticas se decidió posponerlo hasta el 6 de septiembre hace algunas semanas. La decisión que tomó ahora el TSE no fue consensuada con todas las fuerzas políticas a lo cual le quita la legitimidad necesaria pero además renuncia a esa construcción que tanto se quiso cuidar, que era su caracter tecnico e imparcial.
Como si actuara de acuerdo a un papel ya guionado, pasado ya los acontecimientos se puede presumir que la idea desde la pandemia era prorrogar el maximo tiempo posible poniendo como excusa la pandemia. Pero el Tribunal Supremo Electoral, no decide, puede plantear pero es mediante una ley que se puede modificar la fecha de las elecciones.
“Estamos seguros que todas las organizaciones políticas, las organizaciones sociales y la ciudadanía, van a respetar la fecha que ha definido el Tribunal porque es la garantía y la necesidad de llevar adelante un proceso electoral con amplia legitimidad del cual van a surgir autoridades legítimas que son indispensables para el afianzamiento de la democracia en Bolivia”, estimó sin sonrojarse Romero.
La Coordinadora de las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba hizo pública una resolución donde envia un mensaje al TSE: “Damos un plazo de 72 horas a partir de esta fecha para que el Tribunal Supremo Electoral se retracte de su posición unilateral contraria a la normativa vigente” en boca de Leonardo Loza.
“En caso de no cumplir con lo que se manden las leyes y el respeto al pueblo boliviano, iniciaremos movilizaciones indefinidas en todo el territorio nacional”, finaliza la resolución.
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