El Tribunal Supremo Electoral anunciará posponer nuevamente las elecciones

En las últimas semanas toda una campaña de opinión pública, movimiento político y un desastre sanitario por la pandemia crearon el espacio para que el TSE decida posponer nuevamente la fecha de las elecciones que en segunda instancia tenía que realizarse el 6 de septiembre.

En las próximas horas se oficializaría de manera oficial otro margen de fechas para que se reprograme en consideración de la Asamblea Legislativa Plurinacional y se promulgue una nueva ley de prórroga.

Quizás se adivinaba como iba a decantar todo cuando se observaba un cambio de posición de 180° de la presidenta autoproclamada que se negaba rotundamente a realizar las elecciones hasta cuando el TSE que «lograba» consensuar con todas las fuerzas políticas, inclusive hasta de la autoproclamada candidata.

Para hacer mas creíble la postura de la blonda presidenta boliviana en su primer compromiso internacional participó de una conferencia del Mercosur donde mostró alegría de ir a las elecciones del 6 de septiembre, con su sonrisa de actriz principiante.

En ese momento ese giro copernicano se amparaba en el respeto a la institucionalidad del Tribunal Supremo Electoral, al que dice respetar, de hecho ella misma propició que muchos de esos vocales incluidos el presidente fueran colocados por Añez.

Esa tranquilidad de pasar a ser ferviente de la institucionalidad choca con la fuerte presunción de que ya esta en las arcas del tesoro nacional un préstamos del Fondo Monetario Internacional sin consultar con la Asamblea Legislativa (los compromisos internacionales tiene que tener la acuerdo de los poderes del Estado).

Claro que uno puede vislumbrar a que obedecía esa «tranquilidad» ya que era cuestión de días que un aparente órgano independiente iba a seguir un guión por le cual una postergación sería conveniente para «cuidar» a la población ante la desastrosa gestión de la pandemia por parte de la dictadura.

Sería creíble la postura del «gobierno transitorio» si hubiera una percepción de un trabajo adecuado para atender a la pandemia, mas allá de los casos de corrupción, las acciones y medidas parecen ir en sentido contrario ya que  entrevista televisiva el «nuevo hombre fuerte» Murillo aseguró que tenían insumos represivo como seis meses.

Parece creíble que sea así ya que no hay insumos en el ámbito de salud tanto es así que ante una pandemia de este calibre no tengan Ministro de salud y que asuma el cargo un Ministro de Defensa que afirme que con disciplina enfrentarán al covid 19.

Los golpistas lograron una sociedad fracturada y ese objetivo decanta en una lógica de enfrentamientos internos que no le conviene a ningún boliviano. Pero el uso de la pandemia  enestán los bolivianos que ven que cada día que pasa van empeorando sus condiciones de vida y peligr ala vida misma ya que el «monstruo de la pandemia» y las consecunetes consecuencias económicas se hacen cada vez mas insoportables. La sensación parece ser literalmente de asfixia y opresión por lo que se quieren un gobierno legítimo salido de las urnas para que tome decisiones trascendentales cuanto antes.

 

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